El presidente Gabriel Boric ha reconocido la dificultad en la toma de decisiones sobre la construcción de una cárcel de máxima seguridad en Santiago. Boric admitió que «no hay decisiones perfectas» y que la necesidad de enfrentar el crimen organizado requiere acciones urgentes, incluso si generan polémica.
Boric aseguró que está dispuesto a evaluar otras opciones siempre y cuando cumplan con los requisitos necesarios para combatir el crimen. Los alcaldes de Santiago y Pedro Aguirre Cerda, liderados por Irací Hassler, han expresado su oposición, presentando una carta firmada por 3.293 vecinos.
El Gobierno sostiene que la única ubicación viable a corto plazo es donde se encuentra el Centro de Justicia y la actual cárcel de alta seguridad. La postergación de decisiones en el pasado ha exacerbado los problemas actuales, según el mandatario, quien dice intentar resolver esta situación.