El presidente argentino, Javier Milei, ha calificado de «falsas» las acusaciones del gobierno boliviano sobre un supuesto golpe de Estado. En una contundente declaración, Milei denunció la falta de credibilidad del gobierno de Luis Arce, afirmando que controla todos los poderes del estado y mantiene a opositores políticos encarcelados, como la expresidenta Jeanine Áñez. Esta denuncia ha desatado una tormenta política, elevando las tensiones entre Argentina y Bolivia en un momento crítico para la estabilidad regional.
Milei, conocido por su estilo directo y confrontacional, no dudó en arremeter contra el gobierno boliviano, sugiriendo que estas acusaciones son una distracción de los problemas internos de Bolivia. Además, subrayó la importancia de la democracia y los derechos humanos en América Latina, insinuando que el gobierno de Arce está fallando en ambos aspectos.
Las declaraciones de Milei han generado un fuerte debate en la región, con analistas políticos cuestionando las motivaciones detrás de las acusaciones bolivianas y el impacto que esta disputa podría tener en las relaciones diplomáticas entre ambos países. Mientras tanto, la población sigue atenta, esperando más desarrollos en este creciente conflicto internacional.
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